Las noticias que encabezan este artículo nos son fruto de mi inventiva, sino que han sido recogidas por los medios de comunicación tan sólo durante los últimos meses. Y expresiones reivindicativas similares acontecen de hecho sin descanso desde hace algunos años a lo largo y ancho del planeta. ¿Qué está pasando? ¿Son quienes participan en los citados actos unos idealistas revolucionarios, o quizá se trata de una caterva de locos a los que no debe prestarse demasiada atención, por evitar que su salud mental empeore?¿Constituye una exageración improcedente mostrarse como animal de consumo sobre una bandeja, estableciendo así una comparación imposible y hasta ofensiva? ¿Son todos los animales iguales desde el prisma de quienes los defienden, o unos son más iguales que otros, como en la obra de Orwell? ¿Cabe hablar,
en definitiva, de algo siquiera similar a los derechos de los animales?